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Receta casera de tarta de queso Philadelphia
¿Buscas una receta de tarta de queso cremosa que se salga del típico cheesecake? Estás en el lugar adecuado. Esta tarta de queso destaca por su textura extremadamente suave, cremosa y rica, ideal para los amantes de los postres que quieren algo más que la tarta de queso tradicional.
Con esta receta, conseguirás una tarta que se deshace en la boca, y si te animas, puedes darle un toque especial con una cubierta de mermelada de moras , que añade un contraste afrutado perfecto para equilibrar su intenso sabor a queso.
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Ingredientes
Cómo hacer tarta de queso Philadelphia al horno
- Comenzamos triturando las galletas. Podemos usar un procesador de alimentos o colocarlas en una bolsa de plástico resistente y machacarlas con un rodillo hasta que queden bien desmenuzadas.
- A continuación, derretimos la mantequilla. Podemos hacerlo en el microondas a baja potencia o al baño maría. Es importante que no la sobrecalentemos, solo queremos que se derrita.
- Mezclamos la mantequilla derretida con las galletas trituradas. Removemos bien hasta que las galletas absorban toda la mantequilla y obtengamos una mezcla con una textura similar a la arena húmeda.
- Tomamos un molde desmontable y cubrimos la base con la mezcla de galletas y mantequilla, presionando bien con una cuchara o con las manos para que quede una capa uniforme y compacta.
- Reservamos el molde en la nevera durante aproximadamente 30 minutos, para que la base se enfríe y se endurezca.
- Mientras la base se enfría, rallamos el queso curado. Usamos un rallador fino para que se integre mejor en la mezcla.
- En una cacerola, vertemos la nata líquida y añadimos el queso rallado. Llevamos la cacerola al fuego y dejamos que la mezcla se caliente a fuego medio, removiendo para que el queso se derrita y se infusione bien con la nata. No debe llegar a hervir, solo queremos calentar la mezcla lo suficiente para que los sabores se mezclen.
- Una vez que la nata ha tomado el sabor del queso, retiramos la cacerola del fuego y dejamos que la mezcla se temple a temperatura ambiente.
- Mientras tanto, en un bol grande, batimos el queso crema tipo Philadelphia hasta que esté suave y cremoso. Podemos usar unas varillas manuales o una batidora eléctrica a baja velocidad para evitar que se formen grumos.
- Poco a poco, añadimos la mezcla de nata y queso curado al queso crema, batiendo constantemente para asegurarnos de que todo quede bien incorporado y sin grumos.
- Luego, añadimos el azúcar y continuamos batiendo hasta que se disuelva por completo y obtengamos una crema homogénea.
- Seguidamente, incorporamos los huevos. Es importante batir hasta que la mezcla esté completamente uniforme y sin grumos.
- Sacamos el molde con la base de galletas de la nevera.
- Vertemos con cuidado la mezcla de queso sobre la base de galletas.
- Precalentamos el horno a 180ºC. Es importante que el horno esté bien caliente antes de introducir la tarta para que se cocine de manera uniforme.
- Colocamos la tarta en la rejilla del horno, a una altura media, y la horneamos durante unos 45 minutos. El tiempo puede variar según el tipo de horno, por lo que recomendamos vigilar la tarta a partir de los 35 minutos. La tarta estará lista cuando los bordes estén dorados y el centro aún se vea tembloroso. Si quieres que la tarta de queso te quede menos cuajada, solo tienes que reducir unos minutos el tiempo de cocción. Si la prefieres más firme, puedes aumentarla un poco.
- Aunque veamos que la tarta tiembla un poco en el centro al sacudir ligeramente el molde, no debemos preocuparnos, ya que terminará de cuajar mientras se enfría.
- Una vez horneada, dejamos reposar la tarta a temperatura ambiente durante unas horas, hasta que esté completamente fría. Y finalmente lo dejamos reposar en la nevera un rato.
- Ya tenemos una deliciosa tarta de queso cremosa lista para disfrutar, a la que, si lo deseamos, podríamos añadir una cubierta de mermelada de moras o un coulis de frutos rojos para darle un toque extra de sabor.