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Receta casera de mermelada de moras
Las moras son uno de los frutos más esperados del verano, conocidas por su sabor dulce y ligeramente ácido. Su temporada de maduración empieza a mediados de agosto y se extiende hasta finales de septiembre, dependiendo de la región y el clima.
Para mí, recolectar moras silvestres es una de las actividades más gratificantes al final del verano. Caminar por los senderos, con una cesta en la mano, buscando las moras más maduras en los zarzales, me conecta profundamente con la naturaleza. No hay nada como el sabor fresco de una mora recién recogida y la satisfacción de llenar tu propia cesta para llevar a casa.
Una de las mejores maneras de disfrutar de estas moras es preparando una mermelada casera. La mermelada de moras es versátil y deliciosa, ideal para untar en una tostada crujiente durante el desayuno, mezclar con yogur natural para un tentempié, o usar como relleno en tartas y pasteles, o incluso como una deliciosa cubierta para nuestra tarta de queso cremosa . Su intenso sabor y color añaden un toque especial a cualquier plato, ¡pero cuidado con las manchas, que no son fáciles de quitar!
Si te gustan las mermeladas también tienes que probar nuestra deliciosa mermelada de higos .
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Ingredientes
Cómo se hace la mermelada de moras
- Comenzamos colocando las moras en un bol grande. Las lavamos cuidadosamente bajo agua fría para eliminar cualquier suciedad o residuo, asegurándonos de que queden bien limpias.
- Las escurrimos bien para eliminar el exceso de agua, utilizando un colador si es necesario.
- Colocamos las moras escurridas en una cazuela o una olla grande ideal para hacer la mermelada sin riesgo de que la mezcla se derrame.
- Añadimos el azúcar y el zumo de limón colado a las moras. El azúcar es clave para conservar la mermelada y darle la textura adecuada, mientras que el zumo de limón aporta un toque de acidez y ayuda a que la mermelada cuaje mejor.
- Mezclamos bien todos los ingredientes.
- Cubrimos la cazuela o el bol con film transparente y dejamos que las moras maceren en la nevera durante toda la noche. Este proceso permite que las moras liberen todo su jugo, resultando en una mermelada más sabrosa y con mejor textura.
- Al día siguiente, sacamos la cazuela de la nevera y la colocamos en el fuego a temperatura media-alta. Removemos ocasionalmente para evitar que el azúcar se queme en el fondo.
- Cuando la mezcla comience a hervir, seguimos removiendo durante unos 5 minutos para asegurar que el azúcar se disuelva por completo y la mezcla se integre bien.
- Después, bajamos el fuego y dejamos que la mermelada continúe cocinándose durante unos 35 minutos más. Removemos de vez en cuando y aplastamos las moras para que se deshagan y se integren mejor.
- Pasados los 35 minutos, si preferimos una mermelada completamente suave, la trituramos con una batidora de mano directamente en la cazuela. Si nos gusta encontrar trozos de fruta, la dejamos tal como está.
- Para asegurarnos de que la mermelada está en su punto, realizamos la prueba del plato. Colocamos un plato pequeño en el congelador durante al menos 5 minutos para que esté bien frío.
- Colocamos una cucharada de la mermelada caliente sobre el plato frío y esperamos unos 35 segundos. Pasamos un dedo por el centro de la mermelada formando una línea. Si la mermelada se mantiene separada y no vuelve a unirse, significa que ya está lista. Si no, continuamos cocinando un poco más y repetimos la prueba.
- Una vez lista, dejamos que la mermelada se enfríe. Luego, la introducimos en un bote, lo cerramos bien y guardamos la mermelada en la nevera. Se recomienda consumirla en una semana.
- Si deseamos conservar la mermelada por más tiempo, esterilizamos los tarros de cristal y sus tapas hirviéndolos en agua durante 15 minutos. Los dejamos secar completamente antes de usarlos.
- Llenamos los tarros con la mermelada aún caliente, dejando aproximadamente 1 cm de espacio en la parte superior. Cerramos bien los tarros.
- Colocamos los tarros llenos en una olla grande y los cubrimos casi por completo con agua, asegurándonos de que el agua no sobrepase las tapas.
- Ponemos la olla a fuego alto y, cuando el agua comience a hervir, contamos 15 minutos para el proceso de conservación al vacío.
- Pasado este tiempo, sacamos los tarros con cuidado y los colocamos boca abajo sobre un paño limpio. Esto ayuda a que se enfríen y permite comprobar si alguna tapa tiene fugas. Dejamos que los tarros se enfríen completamente antes de guardarlos en un lugar fresco y oscuro.
- ¡Y eso es todo! Ahora tienes una deliciosa mermelada de moras casera que puedes disfrutar en tus tostadas, yogures, o como acompañamiento perfecto para tus postres favoritos.