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Receta italiana de pizza margarita
La pizza margarita, un ícono culinario de la cocina italiana, no solo es una delicia para el paladar, sino que también está impregnada de historia y tradición. Este plato, que ha conquistado corazones en todo el mundo, tiene sus raíces en la bulliciosa ciudad de Nápoles, Italia, a principios del siglo XIX. Su nombre rinde homenaje a la reina Margarita de Saboya, quien visitó la ciudad en 1889 y tuvo el privilegio de probar una creación que se convertiría en una de las pizzas más emblemáticas de todos los tiempos.
La historia cuenta que el pizzero napolitano Raffaele Esposito, en honor a la visita de la reina, decidió preparar tres pizzas diferentes, una de las cuales llevaba los colores de la bandera italiana: rojo, blanco y verde. Utilizó tomates (rojo), mozzarella (blanco) y hojas de albahaca fresca (verde) como ingredientes principales. La reina Margarita quedó tan cautivada por la pizza adornada con los colores de su bandera que declaró que sería su favorita, y así nació la famosa pizza Margarita.
Más allá de su historia, la pizza Margarita sigue siendo una opción popular en todo el mundo, y su popularidad no muestra signos de disminuir. No es solo su delicioso sabor lo que la hace destacar, sino también su simplicidad y versatilidad.
Además, la pizza Margarita se ha convertido en un lienzo para la creatividad culinaria, con variaciones que van desde ingredientes regionales hasta interpretaciones modernas con un toque gourmet.
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Ingredientes
Cómo hacer la auténtica pizza margarita
- Desmenuzamos 10 gramos de levadura fresca de panadero en un bol grande.
- Agregamos 200 ml de agua tibia a la levadura y mezclamos hasta que se disuelva.
- En un bol grande, mezclamos 300 gramos de harina de fuerza con 1 cucharadita de sal.
- Hacemos un hueco en el centro de la harina y vertemos la mezcla de levadura y agua.
- Agregamos 2 cucharadas de aceite de oliva y mezclamos todos los ingredientes hasta obtener una masa homogénea.
- Amasamos la masa durante unos 5-7 minutos, hasta que esté suave y elástica.
- Formamos una bola con la masa, cubrimos el bol con un paño húmedo y dejamos reposar en un lugar cálido durante aproximadamente unas 2 horas, o hasta que la masa haya duplicado su tamaño.
- Precalentamos nuestro horno a la temperatura más alta que alcance, idealmente entre 220-250°C.
- Estiramos la masa sobre una superficie enharinada hasta obtener el tamaño y grosor deseados para nuestra pizza.
- Ponemos la masa estirada a una bandeja para hornear previamente enharinada o a una piedra para pizza.
- Extendemos una capa generosa de salsa de tomate triturado sobre la masa, dejando un borde de aproximadamente 1 cm.
- Cubrimos la salsa con rodajas finas de mozzarella fresca.
- Horneamos la pizza en el horno precalentado durante unos 10-15 minutos, o hasta que la masa esté dorada.
- Retiramos la pizza del horno y colocamos algunas hojas de albahaca fresca por encima.
- Rocíamos un poco de aceite de oliva extra virgen sobre la pizza antes de servir.