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Receta italiana de salsa pesto casera
Hoy te invitamos a descubrir la auténtica salsa de pesto casera, un clásico de la cocina italiana que ha conquistado mesas alrededor del mundo. Originaria de Génova, en la región de Liguria, al noroeste de Italia, el pesto es una salsa que refleja la simplicidad y la frescura de la cocina mediterránea.
Su nombre proviene del verbo italiano "pestare", que significa machacar, y hace referencia al método tradicional de preparación de esta salsa, que se elabora machacando los ingredientes en un mortero de mármol con un mazo de madera.
La receta original del pesto genovés se compone de pocos ingredientes: hojas frescas de albahaca, ajo, piñones, queso parmesano o pecorino, y aceite de oliva virgen extra. Cada uno de estos ingredientes aporta un sabor único: la albahaca, con su frescura y aroma característicos; el ajo, con su intensidad; los piñones, con su suave dulzor y textura cremosa; el queso parmesano, que añade un toque salado y umami; y el aceite de oliva, que une todo en una mezcla suave.
El pesto no solo es perfecto para acompañar un buen plato de pasta, como los clásicos trofie o trenette, sino que también es extremadamente versátil. Puedes utilizarlo como aderezo para ensaladas, untarlo en bruschettas, o incluso mezclarlo con un poco de yogur o mayonesa para verduras o carnes. También es un excelente complemento para pizzas, aportando un toque fresco y sabroso que contrasta maravillosamente con el queso fundido.
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Ingredients
Cómo hacer salsa de pesto italiana
- Lavamos bien las hojas de albahaca fresca y las secamos con cuidado usando un paño o papel de cocina para eliminar el exceso de agua.
- Opcionalmente, para intensificar el sabor de los piñones, los tostamos ligeramente en una sartén sin aceite a fuego medio durante unos 2-3 minutos, removiendo constantemente para evitar que se quemen. Luego los dejamos enfriar.
- Pelamos los dientes de ajo y los picamos en trozos grandes. Esto facilitará su procesamiento en el siguiente paso.
- En un procesador de alimentos o batidora, añadimos las hojas de albahaca, el ajo picado, los piñones tostados (si se ha optado por tostarlos) y el queso parmesano rallado.
- Mientras mezclamos los ingredientes a velocidad baja, vertemos el aceite de oliva virgen extra lentamente hasta que todos los ingredientes estén bien combinados y la salsa tenga una textura suave. Es posible que no necesitemos todo el aceite, así que lo añadimos poco a poco hasta obtener la consistencia deseada.
- Probamos la salsa y añadimos sal al gusto. Si lo deseamos, podemos añadir más queso parmesano o piñones según nuestra preferencia de sabor y textura.
- Transferimos la salsa de pesto a un recipiente hermético y la refrigeramos si no se va a consumir de inmediato. El pesto se puede conservar en el refrigerador durante unos 5-7 días. También se puede congelar en porciones pequeñas para uso futuro.